Vine al mundo un 21 de septiembre de 1976. Crecí en juegos de infancia y en la calle, antes de que la calle estuviese prohibida para jugar.

​

Recuerdo cómo mi primera llegada al Arte fue a través del Cine guiado por mi madre. Ahí descubrí como las imágenes, las palabras,  podían emocionar hasta olvidarte de quién eras y sumergirte en las historias que veías.

​

Después, la Escuela de Teatro me estaba esperando con los brazos abiertos y la abracé con todas mis fuerzas. El Teatro me sirvió para darme cuenta de que otro mundo era posible. Seguí jugando lejos de Zaragoza, en un continuo aprendizaje de emociones y experiencias, para volver más sabio y más viejo, pero con una maleta llena de vivencias.

​

Ya el Teatro se había convertido en punto de comienzo y de final en mi vida. Después de más de 20 años en los escenarios como actor profesional, dirigiendo e impulsando proyectos artísticos, la docencia vino sola de la mano de mi labor como director profesional, y descubrí, otra vez, un mundo donde poder explorar todo lo aprendido de los mejores profesores que encontré en Madrid y Zaragoza.

​